La neurociencia se entiende como el estudio del sistema nervioso que se enfoca en entender las bases biológicas del aprendizaje, la memoria, la percepción y el comportamiento. Esto incluye áreas que van desde lo molecular y celular hasta las tareas motoras y cognitivas del cerebro. Una de estas áreas de estudio incluye lo que se conoce cómo las funciones ejecutivas.

 

¿Qué son las funciones ejecutivas?

Las funciones ejecutivas son los procesos mentales que nos permiten planificar, enfocar nuestra atención y recordar instrucciones, entre otras cosas. Estas funciones dependen de tres tipos de funciones mentales:

  • Memoria de trabajo (o memoria operativa): Es nuestra habilidad para retener y manipular distintas piezas de información durante periodos cortos de tiempo.
  • Flexibilidad mental: Nos ayuda a mantener o cambiar nuestro foco de atención en respuesta a diferentes estímulos.
  • Auto-control: Nos permite poner prioridades y resistir reacciones o respuestas
    impulsivas.

¿Por qué son importantes las funciones ejecutivas en la educación?

Las funciones ejecutivas son cruciales para la enseñanza/aprendizaje, pues nuestro cerebro las necesita para filtrar distracciones, priorizar tareas y controlar impulsos. Esto es aun más relevante en la infancia y la etapa escolar, que son los momentos en que estas funciones se encuentran en desarrollo.

Debemos recordar que estas habilidades no son innatas. Los niños no nacen con ellas, pero sí nacen con el potencial para desarrollarlas. Por esto, el apoyar su evolución en la educación mediante la entrega de herramientas de andamiaje para ponerlas en práctica se vuelve fundamental.

Neuromindset es una de las entidades que trabaja constantemente para el beneficio de estas y otras habilidades cognitivas en los niños. Por eso desde MYRE trabajamos en conjunto con ellos para atender a estas necesidades en la educación.